El fin de la concesión de la Terminal Quequén S.A, que tiene a su cargo el elevador de granos del puerto homónimo, habilitó el debate respecto a la posibilidad de que el Estado se haga cargo de esta infraestructura. Pero, ¿que se debe considerar a la hora de analizar esta posibilidad?

La concesión de Terminal Quequén es uno de los temas calientes de la ciudad, con muchas aristas para analizar. Lo primero que hay que considerar es que cuando hablamos de Terminal Quequén S.A. nos referimos a una empresa que está constituida por grandes exportadoras: Viterra, Bunge, Cofco y Crucija, las cuales concentran el uso del elevador en su gran mayoría a pesar de haberse privatizado como un servicio público. Hoy se encuentra vencida la concesión, un excelente momento para evaluar la experiencia de la privatización y como se la puede mejorar.
¿Qué es un elevador portuario?
Los elevadores portuarios son infraestructura portuaria fundamental en el comercio de granos. Allí se reciben los granos para acondicionarlos y cargarlos en los buques que los trasladan a los países de destino. El elevador terminal y el complejo de silos “Ministro Antonio De Tomasso” fue construido por el Estado e inaugurado en la década del 40. Es el elevador más importante de los tres que existen en Puerto Quequén y hasta 1992 fue gestionado por el Estado Nacional mediante la Junta Nacional de Granos. Luego, el Menemismo lo concesionó por 30 años a Terminal Quequén S.A.